¿Alguna vez experimentaste un momento de pánico antes de presentar una propuesta, dar una charla o convocar a una reunión? No me refiero a las «mariposas en el estómago» o al » miedo escénico». Estoy hablando esa sensación de tremenda duda sobre vos mismo, esa donde tu confianza simplemente desaparece en un micro segundo… y lo único que querés hacer es desaparecer. Bienvenido al club no exclusivo de millones de mujeres profesionales (y algunos hombres) que experimentan el síndrome del impostor.

Para la gran mayoría de las personas, la confianza y la facilidad en el desempeño de sus funciones vienen de la mano de la práctica y la experiencia. Pero aún ser un profesional con una larga trayectoria en tu carrera no es garantía que te sentirás cómodo en tu propio rol profesional.

El «síndrome impostor» es común incluso para aquellos que han conquistado la cima de su carrera profesional, según los expertos. La buena noticia, es que hay maneras de manejar esos sentimientos de «ser un fraude» y la preocupación por ser «desenmascarado», es más, según estudios, estas situaciones en realidad tienen sus aspectos positivos.

Cuando me di cuenta que gran parte de lo que me venía frenando en mis planes de emprender era  el «síndrome del impostor», me puse a leer sobre el tema y encontré muchísima información.

Me resultó interesante leer que los «impostores» en general se imponen estándares insosteniblemente altos para todo lo que hacen, o sea, son sumamente exigentes con sí mismos.

El razonamiento general de una persona que atraviesa por este síndrome suele ser » si no lo sé todo, entonces no sé nada«, «si no es absolutamente perfecto, entonces no sirve«, «si no estoy operando al 100% de mi capacidad siempre, entonces soy incompetente«, «no sé nada«, «nadie necesita lo que ofrezco«, «hay miles de personas que lo hacen mejor que yo«… etc. Te suena familiar?

Y no estamos solos! aquí transcribo algunas declaraciones de gente muy famosa, personalidades destacadas en sus profesiones, que también sufren de éste síndrome:

«Hay un montón de gente que piensa que soy un experto. ¿Cómo pueden creer eso de mí? Estoy muy consciente de todas las cosas que no sé.» – Dr. Chan, ex-jefe de la Organización Mundial de la Salud

«Sigo pensando que la gente va a descubrir que realmente no soy muy talentosa. Realmente no soy muy buena. Todo ha sido una gran farsa. «- Michelle Pfeifer

«A veces me despierto en la mañana antes de ir a filmar, y pienso, no puedo hacer esto. Soy un fraude. «- Kate Winslett

«He escrito once libros, pero cada vez que pienso, ‘uh oh, me van a descubrir ahora. He estado jugando con todo el mundo, y me van a descubrir ‘. «- Maya Angelou

Pero …estas son todas mujeres … al parecer esto es sobre todo un problema para nuestro género. La verdad es que no creo que las mujeres tengamos la «exclusiva» en esto de sufrir el bendito síndrome del importor. Creo que lo que pasa, es que los hombres en general no hablan mucho de estos temas. Así que me puse a buscar a hombres famosos con síndrome de impostor, encontré 3 (ya sé, no es mucho, pero sirve para ilustrar mi punto de vista) Tom Hanks, Neil Gaiman y Set Godin han declarado que han pasado por esta situación.

Seth Godin incluso escribió que después de una docena de bestsellers, todavía se siente como un fraude y que eso le pasa todo el tiempo.

Entonces… cuáles son los síntomas comunes del síndrome del impostor? Apacere como:

  • Dudar en las propias capacidades
  • Sentirse incompetente
  • Compararse continuamente con otros
  • Tener una  baja autoestima y auto-valoración
  • Temor, ansiedad de ser «descubierto»
  • Inmobilidad (miedo a actuar, entonces, no hago nada, me escondo)
  • Mucho estrés y preocupación excesiva
  • Desempeño por debajo de las propias capacidades (miedo a hacer cosas nuevas y mostrar incompetencia)
  • Dificultad para aceptar elogios, cumplidos y agradecimientos
  • Incapacidad de disfrutar plenamente de los logros alcanzados ( se dicen cosas como:«lo podría haber hecho mucho mejor», «sólo fue cuestión de suerte», «no es nada extraordinario», «es lo menos que podía hacer»…)

Hasta ahí, pude entender qué es el síndrome del impostor, cómo se presenta y cómo puedo identificarlo. Ahora bien… cómo lo podemos superar? Por suerte, hay varios estudios sobre esto y los expertos brindan muchas recomendaciones, voy a detallar las que para mí son las 5 más destacables, y en siguientes artículos seguimos desarrollando el tema (como dicen, hay mucha tela para cortar con esto y no quiero hacer un artículo demasiado largo).

1. Sal de tu «caja», o dicho de otra manera, date cuenta que el mundo no gira a tu alrededor.

Por lo general, me siento como un fraude cuando pienso que soy más importante en verdad soy. Cuando me siento un fraude generalmente es en relación a alguna «perfección» que nunca existió en realidad. Es importande entender, que no somos perfectos, que todo el mundo está aprendiendo, y en este mundo hiperconectado, poca gente va a prestar gran importancia a lo que hagas o dejes de hacer. Lo importante es hacer lo que sientas, de la manera más auténtica y sincera.

2. Acepta, que tienes cierta responsabilidad en tu éxito.

Nos sentimos como fraudes porque no somos capaces de asumir y reconocer nuestro éxito, siempre vamos por más, siempre esperamos mejorar y progresar, pero en ese afán, dejamos de disfrutar de los logros obtenidos, los minimizamos. Pudimos tener oportunidades que otros no, y pensamos que aquello que logramos gracias a esas oportunidades en realidad no es merecido (lo vemos como una especie de «hacer trampa», o seguir el «camino fácil»).

Hay mucha gente que ha nacido en «cuna de oro», y en lugar de aprovechar las oportunidades que se le han brindado, ha perdido todo. Cuántas historias conoces de herederos que en pocos años han dilapidado inmensas fortunas? Las oportunidades llegan a aquellos dispuestos a exponerse y aprovecharlas. Puede que no te parezca justo, pero hiciste algo para estar donde estas, para lograr lo que hoy tienes. No desmerezcas tu esfuerzo.

3. Enfócate en proporcionar valor.

Me siento como un fraude cuando estoy preocupada por mí misma. ¿Qué van a pensar de mí? Si no lo consigo me van a tildar de inútil. No sé tanto como Fulano de Tal, no tengo derecho a decir nada sobre el tema, no tengo prácticamente nada de experiencia. Bla, bla, bla.

La manera más rápida superar la sensación de sentirme como un fraude es tratar genuinamente de ayudar a alguien más. Esto se dice fácil, pero no es tan sencillo de hacer, pues… y si aquellos a los que quiero ayudar me terminan odiando? y si se burlan de mi intento de ayuda? Y si realmente descubren que soy un fraude?…entonces.. ay! eso sí que va a doler… No tanto creo, como duele seguir sintiéndome un fraude, estancada y sin poder avanzar.

Recuerdo la primera vez que decidí escribir algo personal, que decidí mostrarme más auténtica, más vulnerable. Nadie se burló (por suerte!), y al contrario, recibí muy buenos comentarios, gente que al leer lo que escribí decidió conectar conmigo porque se identificó con lo que compartí, gente que se animó a su vez, a compartir sus escritos (y a disfrutar del proceso). Siempre tenemos algo valioso que aportar, siempre podemos ayudar, por más mínimo que nos parezca, hay quien está necesitando exactamente eso que nosotros podemos proporcionar.

4. Arma un archivo o carpeta con las cosas lindas que te han dicho.

Cada vez que algún cliente, amigo, o colega te felicita por algo, cada vez que alguien agradece tu ayuda, si lo expresa online, toma una captura de eso, y guarda la imagen en tu carpeta. Yo empecé hace muy poco a hacer esto. Y cada vez que me siento desmotivada, que quiero bajar los brazos y me siento como un fraude, abro mi carpeta y releo esas palabras, recordar cómo ayudé a esas peronas me ayudaa sentirme menos «fraude». Esas palabras me motivan a seguir, me permiten enfocarme en proporcionar valor, en ayudar y compartir lo que voy aprendiendo. Recolecta tus logros, guarda los testimonios, agradecimientos, cumplidos y comentarios, y releelos cada vez que te sientas como un fraude.

5. Deja de compararte con «esa» persona.

No hay ninguna buena razón para que estés leyendo lo que estoy escribiendo. Hay biografías de personajes destacados de nivel mundial, como Warren Buffett, John D. Rockefeller, la Madre Teresa, y Einstein. Miles de personas escriben mucho mejor que yo, otros miles tiene muchísima más experiencia… Pero aún así, estoy escribiendo esto porque creo que tengo algo de valor que ofrecer. En realidad, cuando miro a mi carpeta de «cosas lindas» del punto anterior, tengo pruebas de que SI tengo algo de valor para ofrecer.

Cuando me comparo con otros es fácil caer en la trampa de «mi vida es un desastre en comparación con la vida de XXXXX». Tu vida no es la mejor ni la peor! Emerson dijo: «La envidia es ignorancia …» y tenía razón sobre eso.

No estás aquí para vivir la vida de otra persona. Estás aquí para hacer lo que puedas y quieras con TU vida. Desconéctate de Facebook e Instagram, deja de leer biografías de personas «exitosas» y aprende a respetar tu propia experiencia.

Y algunos tips de «yapa» (de regalo, extra, bonus, para los que no son de Argentina):

  • Conéctate con alguien que te brinde soporte, puedes hablar con un colega, un mentor o un coach.
  • Llama a tu pareja, o a un buen amigo, y ten con esa persona una charla en la cual puedas hablar sobre esos sentimientos de «fraude» que estás sintiendo.
  • Contrata un tutor o toma una clase en el tema o área en la cual piensas que debes mejorar. Aprenderás lo que necesitas, o te darás cuenta de lo mucho que ya sabes.
  • Acepta que algunas tareas o cosas podrán ser hechas de una manera no tan «perfecta».
  • Ten cuidado de tus elecciones en cuanto al lenguaje que utilizas. Si te encuentras pensando que tuviste «suerte» por recibir un ascenso o una felicitación, enfócate en todo lo que hiciste para lograr eso.
  • Re-escribe tu propia historia. Recuérdate que es normal no saberlo todo, estás aquí para aprender.
  • Si las cosas no salen como esperabas, aprende de la experiencia, busca la enseñanza en cada situación. La próxima vez será más fácil y lo harás mucho mejor.
  • Sé amable contigo mismo. Perdónate las fallas. Reconócete los logros y recompénsate.
Experimenaste este síndrome del impostor? de qué maneras lo superaste?

Ahora te propongo un pequeño desafío:

Tienes la oportunidad AHORA de superar tu síndrome de impostor.

Escribe en los comentarios una cosa que has evitado hacer porque te sientes como un fraude. (Si esto es demasiado personal para vos, podés enviarme un correo electrónico) Podés incluso permanecer como anónimo si así lo deseas.

Tal vez no empezaste ese blog porque sentías que no podrías hacerlo, o no lo hiciste porque hay muchos escribiendo sobre el tema que te interesa. Quizás no has comenzado tu emprendimiento porque no te ves como un «emprendedor»…. dá el primer paso, anímate a reconocerlo y a hacerle frente, luego será más fácil de superar.

Te animas?

lore