Alguna vez te pusiste “del otro lado del mostrador” en un proceso de coaching?

Te considerás un buen coacheé? (para los que no saben, a los clientes de coaching en Argentina y en otros países, los llamamos coacheés)

Escuchaste alguna sesión de coaching donde vos estabas en el rol de cliente?

Cuando te toca ser cliente, vas a la sesión realmente dispuesto al proceso de coaching?

Estás 100% seguro de que sos buen coacheé?

A qué vienen mis preguntas?

En las últimas dos semanas, estuve realizando una serie de sesiones de cortesía a colegas, donde trabajamos la definición (o re-definición) de sus clientes ideales.

De esas sesiones, voy sacando varias reflexiones, sobre eso ya hice un video en vivo en mi grupo (podés verlo si formás parte del grupo).

En general, en estos pocos años que llevo como coach y consultora, noto tres diferentes enfoques al coaching de negocios o mentoría.

Te cuento mis conclusiones, y después en los comentarios en el blog, o en un correo electrónico, te invito a que compartas conmigo tu mirada sobre el tema.

Aclaración: re-escribí este artículo al menos tres veces… porqué? como ya conté varias veces (aquí, por ejemplo), si bien soy coach ontológico, con mis clientes brindo un servicio que va más allá del coaching. Hace rato decidí que las etiquetas no van conmigo, y brindo a mis clientes lo que necesitan, a veces, es coaching, a veces es mentoría, a veces ocupo el rol de instructor. Doy el servicio que ellos necesitan para obtener el resultado que buscan. Así que para abreviar, para no estar repetidamente aclarando “un coach, mentor, consultor”, voy a decir COACH, refiriéndome a MI estilo de trabajo, que se ajusta más al sentido norteamericano de “business coach” que al ontológico que conocemos en América del Sur.

Cuando contratas un mentor de negocios o business coach, generalmente, lo que buscas es alguien que te ayude a mejorar tu negocio, a hacerlo prosperar.

Contar con alguien que te ayude, te acompañe, te guíe y te enseñe sobre diferentes temas, para lograr que tu negocio mejore y prospere NO ES LO MISMO que contratar a alguien que haga el trabajo POR VOS.

La relación entre el cliente y el business coach, es similar a una sociedad, a un trabajo en equipo. La persona que contratás está para ocupar el rol de coach y consultor, brindando soporte, guía, usando muchas herramientas (coaching es una de esas herramientas, no es la única). Tu rol, como DUEÑO de tu negocio, es TOMAR las decisiones y HACER el trabajo.

Sí, la parte de decidir y hacer te toca a vos! seguís siendo el responsable de tu negocio, como antes de contratar a un business coach, sencillamente, ahora contás con su acompañamiento, guía y experiencia puesta a tu alcance.

Desafortunadamente, a veces veo que cuando una persona contrata un business coach y no obtiene los resultados que busca, caen en la tentación de la “salida fácil”: culpan al coach! y para peor, “meten en la misma bolsa” a todos quienes se dedican a este tipo de servicio.

En un emprendimiento hay miles de variables a considerar, algunas las puede controlar el dueño del negocio… pero la inmensa mayoría escapan de su control.

Buscar culpables nunca es la respuesta, aprender de lo que ocurrió, es el camino más positivo.

En general, veo que los emprendedores toman tres tipos de actitudes a la hora de trabajar con un coach de negocios:

Automotivados

Estas son personas altamente motivadas. Aunque desconfíen, tengan miedo y no quieran hacer o implementar determinadas cosas, las hacen.

No importa que en un primer momento pongan excusas, eso les dura poco tiempo y se ponen rápidamente  “manos a la obra” para concretar sus objetivos, sin importar cuanta incomodidad y miedo les cause al principio. Estas personas son increíblemente valientes, cuando se los ve desde afuera, parecen audaces, seguros y confiados en lo que están haciendo, si se caen, si fallan, se levantan, se “sacuden el polvo” y continúan su camino. Estos son los clientes que mayor provecho sacan de trabajar junto con un business coach. Ellos buscan una guía, quien los acompañe, una vez que obtienen la dirección e información que buscan, su avance es meteórico.

Alumnos

Son personas que reconocen que quieren algo, pero si se los deja a su propia iniciativa, es posible que nunca logren sus objetivos.

Tuve un cliente que verdaderamente odiaba hacer las cosas por su cuenta. Esa persona tenía una enorme cantidad de cosas que hacer, pero simplemente no podía reunir el entusiasmo o la motivación para hacerlo por si mismo.

¿Entonces qué hizo? Contrató  a alguien para que lo ayude porque se conoce y sabe que disfruta trabajar con alquien al lado, eso lo mantiene activo y motivado. Este tipo de persona, necesita contar con alguien que con amabilidad (aunque con firmeza) los mantenga en movimiento.  

Los que no están listos aún

Por último, encuentro personas que DICEN que quieren lograr grandes cosas… pero nunca hacen nada para concretarlas.

No toman decisiones, no emprenden acciones, son verdaderos maestros en encontrar “razones” (EXCUSAS), generalmente se paralizan en el análisis, buscan la perfección y se la pasan sumamente ocupados realizando “análisis de mercado”, aprendiendo nuevas técnicas o estrategias, tomando cursos, acumulando conocimiento teórico sin implementar nada concretamente.

Son los que llamo “hamsters en la rueda”, corriendo sin parar hacia ninguna parte. Gastando energía, dinero, tiempo, sin obtener ningún resultado… pues los resultados no vienen de tomar cursos, realizar infinitos análisis de mercado, sino que los resultados se obtienen de usar la información obtenida,  tomar decisiones y emprender acciones.

Estas personas no se dan cuenta de lo que están haciendo, cuando contratan un business coach o mentor de negocios, realmente no están listos para hacer el trabajo que eso conlleva.

Ya sea por temor (al fracaso, al éxito, a ser juzgado por otros.. etc, etc, etc), ya sea por falta de comprensión o por perfeccionismo excesivo, existe algo que frena a estas personas a la hora de decidir y hacer.

Está bien “no estar listo”, emprender un negocio es un proceso, implica muchos cambios, una gran evolución interna y aprender un montón de nuevas herramientas, técnicas y estrategias.

Creo que todos atravesamos esta etapa. Lo malo es, cuando gente que aún no está lista para “dar el salto” y tomar en serio su negocio, contrata un coach o mentor y espera que las cosan mejoren mágicamente… y cuando eso no pasa, culpan al coach por la falta de progreso.

Como dueño de tu negocio, sos 100% responsable por todo lo que pasa en tu negocio.

Sos responsable de las acciones que emprendes. Sos responsable del coach que eliges contratar, sos responsable por hablar directamente con ese coach y pedirle la ayuda que necesitas.

Sos responsale de hacer el trabajo necesario, de tener actitudes de DUEÑO (o sea, tomar decisiones) diariamente. Alguien de afuera no va a salvar tu negocio. Tu coach, consultor, mentor definitivamente no va a salvar tu negocio, no depende de esa persona tomar decisiones ni emprender acciones. Si creés lo contrario, quizás no sea el momento de emprender.

Con cuál enfoque te identificás?

Siendo brutalmente honesta, tuve mi tiempo en el tercer grupo, y estoy definitivamente en el segundo.

Los grandes cambios los logré y los logro con el acompañamiento de una coach.

Tengo una gran tendencia a dispersarme, como ya conté en varios artículos, me declaro culpable de buscar el perfeccionismo, de ir tras diferentes ideas a la vez y de pasarme años en la etapa de “research” o aprendizaje.

Trabajar con una coach y mentora me ayudó y me ayuda a definir mis objetivos y concretarlos. Tener la posibilidad de contar con alguien que realmente entiende el proceso de emprender online es una bendición.

Contar con ese nivel de acompañamiento, ese desafío constante es lo que me posibilita crecer cada día como persona y como profesional. Sé perfectamente el inmenso valor que tiene para mi poder tener a una coach de lujo, y a la vez, sé perfectamente que los logros y tropiezos son responsabilidad mía al 100%.

Soy de las que funcionan mejor con una coach al lado, lo sé, lo entiendo y acciono en consecuencia.

Es TU negocio, y es tu deber hacer lo que sea necesario para que crezca y prospere.

No culpes a otras personas por los fracasos ni des crédito a otros por los éxitos.

Cuando tu negocio prospera, también es gracias a vos!

Acepta la responsabilidad de ser el líder de tu empresa y de tu vida.

La experiencia que obtengas al trabajar con un business coach va a ser positiva o negativa dependiendo del enfoque que decidas tomar.

Estás dispuesto a hacer lo necesario? o aún no estás listo para moverte? qué te frena?

lore

PD: sentís que estás en el momento de trabajar con un coach que te acompañe en el crecimiento de tu negocio? necesitás ayuda a la hora de definir tus objetivos, tu modelo de negocio? Hablemos! Completa este cuestionario y agenda una sesión estratégica donde podremos conversar acerca de tus ideas, tus objetivos y veremos la manera de trabajar juntos para hacerlos realidad.