Dicen que para ser visible online, reconocido como experto en tu área, es necesario compartir contenido valioso frecuentemente y por diferentes medios. Estoy totalmente de acuerdo… y sé que a veces, generar ese contenido valioso es un desafío ENORME.

Recuerdo que en mis inicios, veía cómo algunos colegas parecían ser unas verdaderas “máquinas de generar contenido”, mientras yo me quedaba largo rato mirando cómo parpadeaba el cursor en la página en blanco del editor de mi blog. A veces, sentía como que ese “palito parpadeante” se burlaba de mí, por no poder generar ni siquiera un párrafo coherente (ni hablemos de algo coherente e interesante!)

No sólo se trataba de decidir acerca de QUÉ escribir, se trataba de CÓMO, qué título, qué imagen agregar, qué dejarles a mis lectores a modo de enseñanza, reflexión o ejercicio… no era una tarea fácil ser interesante, coherente, original, entretenida y a la vez, que ese texto aporte algo de valor al lector.

Me llevó tiempo encontrar mi “voz” al escribir, soltar los pensamientos recurrentes de comparación y dejar de pensar que cada texto que publicara sería sometido a un análisis y crítica implacable.

Al final, esas creencias hacían que la experiencia de escribir fuera algo que me causaba angustia, frustración, confusión… cuando en realidad, disfruto escribir, disfruto compartir lo que sé y disfruto muchísimo ayudar a otros a través de mis textos.

¿Cómo pasé de sufrir crear contenido a disfrutarlo?

Empecé a enfocarme menos en mí y empecé a escuchar más a mi audiencia, para conectar, entender qué les pasaba y ver cómo podía ayudarlos.

Me puse “el sombrero” de observador y servidor, detecté cuáles son sus mayores desafíos, sus temores, con qué cosas se sentían frustrados, qué les impedía avanzar, dónde necesitaban claridad… y me di cuenta, que podía basarme en todo eso para generar contenido de manera simple.

La clave era tan simple como crear algo que responda a una pregunta, consulta o frustración de mis clientes.

Así que si te pasa, esto de quedarte mirando por largos minutos al cursor parpadear en tu pantalla, a la espera que llegue la inspiración para crear contenido, te dejo 3 tips rápidos para ayudarte a avanzar:

Pregunta a tus clientes. Si aún no tenés clientes, podés preguntar a tus lectores en tu boletín de novedades, podés preguntar en grupos de facebook donde está tu cliente ideal, podés hacer entrevistas para conocer mejor a tus potenciales clientes. Cuando lo hagas, vas a empezar a notar PATRONES, cuestiones que se repiten, frases que dicen una y otra vez.Y es justamente en respuesta a esas frases y cuestiones que podés generar contenido.

No vas a lograr gran repercusión con cada pieza de contenido. Sí, seguramente vas a tener artículos y videos que van a recibir un montón de comentarios, que serán compartidos muchísimas veces… pero, habrá otros que pasarán casi desapercibidos. Es normal, así que simplemente, sigue creando, compartiendo y difundiendo. Toma nota de lo que sí funciona y de lo que no. Realiza ajustes necesarios en los siguientes contenidos. Pensalo de esta manera: cuanto más contenido publiques, más rápido te vas a dar cuenta qué cosas funcionan mejor para vos y para tu audiencia.

Si te sentís estancado, date un «tiempo fuera». Dale un recreo a tu mente, mové el cuerpo, salí a caminar, hacé algo diferente, que te permita desconectarte un rato y volver renovado, con una nueva perspectiva. Recordá, que no es necesario que escribas un mini libro en cada contenido que publiques, no necesita tener varias páginas de texto para ser valioso.

Si dejas de preocuparte tanto acerca de lo que otros van a pensar de lo que haces, y te enfocas en escuchar, entender y ayudar a tu audiencia, te vas a dar cuenta que en efecto, estas sentado en una mina de oro de conocimiento y experiencia valiosa… sólo que hasta ahora no te dabas cuenta.

¿Qué vas a crear y publicar esta semana, que ayude a tus clientes ideales?