En muchos puntos de inflexión de mi vida, me sentí un tanto paralizada ante la decisión de elegir un nuevo camino. Cada vez que emprendí algo nuevo (mudarme de ciudad, cambiar de trabajo, inscribirme para disertar en algún congreso, emprender un nuevo negocio), me puse a reflexionar sobre los riesgos, los costos, los beneficios y siempre busqué toda la información disponible antes de lanzarme de lleno. Muchas veces me quedaba en la fase de investigación y en la de preparación, pues con el afán de estar «bien preparada» para el nuevo desafío, terminaba por pasar un tiempo interminable estudiando, analizando y perfeccionándome sobre el tema en cuestión.

Cuando me daba cuenta de que me estaba desviando del objetivo, cuando me daba cuenta que estaba dilatando la decisión, empecé simplemente a preguntarme:

Si me lanzo y lo hago, qué es lo peor que puede pasar?

Me imagino que te estarás riendo, pues es algo tan simple, hasta obvio para muchos.

Pero realmente me ayudó y me ayuda pensar esto. Te propongo este simple ejercicio mental, pensá en algo que quieras hacer y aun no te animes, algo que quieras cambiar, dejar, o empezar.

Ahora toma un papel y escribe (no te quedes con las ideas en la cabeza, bajálas al papel, vas a ver que van surgiendo cosas que ni te imaginabas!)
Sinceramente, qué es lo peor que puede pasar? Qué es lo más patético, lo más vergonzoso, lo más costoso, que podría pasar si lo haces?
Quizás tengas que encontrar un nuevo trabajo, pedir disculpas, quizás implique perder dinero o tiempo, quizás implique tener que empezar de cero…
Imagínate el peor escenario posible, con todo detalle. Ahora respondéte, es en serio tan malo? Muchas veces el temor que tenemos de hacer algo nuevo tiene más que ver con el temor a lo desconocido que con el peor resultado en sí.

Ahora respondete (por escrito) otra simple pregunta. Si no tomas el riesgo, si no te lanzás… qué vas a sentir en 3, 5 o 10 años respecto a esto?

Está comprobado que la gente se arrepiente más de lo que no hizo en la vida que de los errores que cometió.

Entonces, tomas ese riesgo o te quedas con la incertidumbre?

Mira, desde luego no estoy abogando por imprudencia (siempre hablo de riesgos calculados! y aclaro que antes de hacer nada, me informo y lo medito bien).

Como siempre, la decisión es tuya!

Ahora me interesa saber de vos! qué te interesa hacer y aun no decides? qué te lo impide? qué es lo peor que puede pasar? y qué es lo mejor que puede pasar si lo haces?

Como siempre, gracias por leerme!

Lorena