La conversación recurrente en estos días es lo típico: «uhhh qué rápido pasó el año!», «No veo la hora que lleguen las vacaciones!»…etc

En muchos escucho y leo cierta frustración y agobio, pues el año se está terminando y es normal hacer el balance entre lo que queríamos lograr y lo que efectivamente logramos… te pasa?

En vez de quedarte en esa frustración, queja, agobio y negatividad, te propongo cambiar el enfoque, darte cuenta de todo lo bueno que has logrado, y encarar lo demás como un aprendizaje.

Te invito a que te tomes un rato para vos, te prepares un té, café o lo que prefieras, tomes un cuaderno, un bolígrafo y respondas honesta y produndamente estas preguntas:

1- qué funcionó bien este año? qué podés sacar en limpio de lo que sí funcionó? qué te gustaría repetir? cómo lo podrías mejorar o sistematizar?

2- qué no salió como esperabas? qué podés aprender de la experiencia?

Revisa tus números, tus planes, tus metas y responde estas preguntas también en tu vida personal…

Y hacé los ajustes necesarios. Aquí está la clave: ajustar el rumbo!

Seamos honestos, es muuuuy probable que sientas la tentación de NO hacer este ejercicio, que te sientas incómodo al pensar en hacer estas reflexiones y en tomar decisiones que te lleven a realizar los ajustes necesarios. Sabés que pasa? es el ego que te frena.

La cuestión es simple, si querés obtener mejores resultados, vas a tener que tomar mejores decisiones y emprender mejores acciones. Todo esto implica, ser responsable, superar esas trabas mentales del ego y ponerte «manos a la obra»… como siempre digo: de vos depende!

Y si querés, deja un comentario (o envíame un correo a lorena@lorenabusso.com) y cuéntame qué cosas están saliendo bien en tu negocio y qué cosas te gustaría mejorar, me encantaría saber y ver cómo te puedo ayudar.