No te compares con los demás. Sé fiel a lo que eres, y sigue aprendiendo con todas tus fuerzas. Daisaku Ikeda
Comparación… me parece que muchos de nosotros vivimos comparando. En un mundo de Facebook, Twitter e Instagram, es más fácil que nunca tener un vistazo de la vida de otras personas.
¿Alguna vez has te encontraste curoseando en Facebook, mirando a la vida de otros a través de sus fotos y actualizaciones de estado?. Es fácil encontrarte haciendo comparaciones entre tu propia vida y las de otros.
He sido culpable de esto, pero decidí parar, empecé a darme cuenta de que no era justo para MI.
La comparación te puede llevar a dudar de vos mismo, al empezar a cuestionar tus elecciones y lo que estás haciendo en comparación con lo que estás viendo en timeline o muro de alguien. Ahora lo que está bien para otros puede no ser adecuado para vos.
Estamos aquí para experimentar nuestras propias aventuras, nuestro propio camino.
Me decidí a escribir esto después de chatear con una amiga.
Mi amiga es una persona talentosa y creativa, alguien a quien admiro mucho, y ella confesó que había creado un hábito de despertarse y conectarse para ver el perfil de facebook y blog de otro profesional renombrado en su ámbito de trabajo.
Ella me contó que había comenzado a sentirse mal acerca de su carrera y hacia dónde se dirigía, en comparación con este profesional.
Lo más loco es, que mi amiga, tiene una carrera impresionante y ha trabajado en lugares que algunos sólo pueden soñar, pero toda esta experiencia estaba siendo saboteada y desvalorizada por la comparación que estaba haciendo ella con lo que veía que otra persona publicaba en las redes sociales.
La comparación llevó a mi amiga a preguntarse si lo que había logrado era suficiente, y a cuestionarse si tendría que estar manejando su carrera de manera diferente.
Lo que logró el otro profesional quitó a mi amiga sus logros? NO.
Esta comparación impactó en la confianza y autoestima de mi amiga? Posiblemente.
Estaba siendo mi amiga justa con sí misma? Definitivamente NO.
Lo hablamos y ella se dio cuenta que estas acciones estaban teniendo un impacto negativo en cómo se veía ella misma y a su carrera.
Le propuse un ejercicio simple, le pedí que escribiera una cosa positiva acerca de su carrera o un logro suyo cada vez que se encontrara comparándose con el otro profesional. Le ha tomado un cierto tiempo (adquirir un nuevo hábito siempre lleva un tiempo!), pero el cambio ocurrió, y lentamente ella se dio cuenta que no sentía la necesidad ni el interés de visitar el blog y el perfil de facebook de ese profesional, ya no sentía la necesidad de compararse.
Siempre habrá alguien, con más talento, más carismático, mejor en su negocio, más bonita, más delgada, más inteligente, con mejores calificaciones, etc, pero echemos un vistazo a esto desde otro punto de vista, tal vez somos todas esas cosas para otra persona (otros también pueden estar comparándose con nosotros!)?
Así que propongo parar esto. En lugar de centrarnos en lo que hicimos mal, en lo que nos falta, aprendamos a enfocarnos en lo positivo y centrarnos en celebrar nuestros logros, lo que hemos hecho bien, empecemos a ser amables y justos con nosotros mismos, porque lo que sos y lo que has hecho es suficiente.
La única persona con la que alguna vez tenés que compararte con es quién eras la semana pasada, el mes pasado, el año pasado, y cuando lo hacés, acordáte lo lejos que llegaste, todo lo que lograste, lo que creciste. La única comparación que vale, es con vos mismo.
Ahora tu turno ¿alguna vez te pasó algo similar? ¿Cómo lo superaste?
Leyendo un poco solo me vino a la mente una enseñanza de mis padres. «Jamás te compares con otros, porque siempre habrá personas mas grandes o mas pequeñas que vos, y te podes volver vanidoso o amargado».
Me quedo con una frase muy linda que escribiste. «Empecemos a ser amables y justos con nosotros mismos, porque lo que sos y lo que has hecho es suficiente.».