¿Quién dijo que hacer grandes cambios en la vida es fácil?

¡Seguro que no fui yo!

Si lees la mayoría de los libros de la sección de autoayuda en estos días, es posible que tengas la impresión de que «vivir tu vida soñada» es tan fácil como preparar un batido saludable y decir algunas afirmaciones.

Y aunque disfruto de leer sobre autoayuda y superación tanto como la cualquier persona, creo que todos los autores estarían de acuerdo conmigo cuando digo «Esto no es tan simple».

Cada vez que que intentes lanzarte al siguiente nivel de éxito, te encontrarás con el dúo dinámico de la fatalidad: el síndrome del impostor y los problemas del límite superior o “upper limit problems” (ULP, como los llama Gay Hendricks, autor del libro “the big leap”).

ASI QUE EL TEMA DE HOY ES…

Cómo lidiar con el síndrome del impostor y los infames ULP

Antes de mostrarte cómo eliminar estos bloqueos, veamos una breve descripción de lo que quiero decir con cada uno de estos conceptos.

Empecemos con el síndrome de impostor.

El síndrome del impostor es bastante fácil de entender. Ese es el sentimiento que tenés cuando manejas un negocio o te desempeñás en un empleo que requiere cierto grado de responsabilidad… esa sensación fuerte, que oprime el pecho, que te lleva a creer que  algún día, alguien va a descubrir que no sabes lo que estás haciendo. Básicamente, tenés miedo de que alguien te llame y te avergüence.

El Síndrome del Impostor es tan grave y tan frecuente que estoy bastante segura de que el 100% de los emprendedores lo padecen en un momento u otro, generalmente en ciclos.

¿Sabías que los “impostores” en general se imponen estándares insosteniblemente altos para todo lo que hacen, o sea, son sumamente exigentes con sí mismos?

El razonamiento general de una persona que atraviesa por este síndrome suele ser “si no lo sé todo, entonces no sé nada”, “si no es absolutamente perfecto, entonces no sirve“, “si no estoy operando al 100% de mi capacidad siempre, entonces soy incompetente“, “no sé nada”, “nadie necesita lo que ofrezco“, “hay miles de personas que lo hacen mejor que yo“… etc.

Entonces… ¿cuáles son los síntomas comunes del síndrome del impostor?

Aparece como:

  • Dudar en las propias capacidades
  • Sentirse incompetente
  • Compararse continuamente con otros
  • Tener una  baja autoestima y auto-valoración
  • Temor, ansiedad de ser “descubierto”
  • Inmovilidad (miedo a actuar, entonces, no hago nada, me escondo)
  • Mucho estrés y preocupación excesiva
  • Desempeño por debajo de las propias capacidades (miedo a hacer cosas nuevas y mostrar incompetencia)
  • Dificultad para aceptar elogios, cumplidos y agradecimientos
  • Incapacidad de disfrutar plenamente de los logros alcanzados ( se dicen cosas como:“lo podría haber hecho mucho mejor”, “sólo fue cuestión de suerte”, “no es nada extraordinario”, “es lo menos que podía hacer”…)

¿Te ha pasado alguna vez?

La segunda cuestión que todos tenemos se llama “Upper Limit Problem o ULP”, que Gay Hendricks acuñó en su libro, The Big Leap.

Un problema de límite superior o ULP es básicamente tu techo de cristal personal y autoimpuesto.

Cada uno de nosotros tiene muchas “capas” de problemas de límite superior y con cada nuevo nivel de éxito, probablemente alcanzará un nuevo límite superior, una cantidad de éxito que te hace pensar: «Ok, ¡eso es! ¡Eso es todo lo que puedo tener!”

Cada uno tiene un límite interno dentro del cual puede sentirse bien.

Ejemplo: según estudios, se ha comprobado que un enorme porcentaje de quienes han ganado la lotería, al poco tiempo vuelven a estar en el mismo nivel económico (o peor) que estaban antes de ganar el gran premio.

Tenés una oportunidad de ascender a un puesto mucho mejor… pero el día de la entrevista final te quedas dormido o decís algo totalmente inadecuado.

Tenés todo listo para publicar tu sitio web o lanzar tu próxima oferta online… pero empezás a dar vueltas, no controlás detalles esenciales y ese lanzamiento termina con errores que llevan a que pocos te compren lo que ofrecés (conozco casos de botones de compra que no funcionaban, por ejemplo), o tenés todo “casi” listo… y nunca encontrás tiempo para ponerte a terminar esos detalles para dejar todo perfecto (y mientras tanto… el tiempo pasa!)

Todos tenemos un termómetro interno que regula la máxima capacidad de amor, éxito y creatividad que podemos sentir. Cuando logramos el éxito y sobrepasamos este límite, nuestra mente FABRICA circunstancias para SABOTEAR NUESTRO EXITO y volver al estado más cómodo de lucha y ansiedad al que estamos acostumbrados.

Según el autor, muchas personas poseen un techo para sentirse bien y al llegar a él comienzan a generar conductas para devolverse a un estado en el que se sienten más cómodos. No son capaces de sostener el impulso positivo, romper barreras, ir por más; ni siquiera son conscientes de este padecimiento.

Estas son las 4 creencias negativas que te mantienen por debajo de tu límite de éxito:

  1. TENGO PROBLEMAS FUNDAMENTALES: No puedo expandirme a mi máximo nivel de creatividad y genialidad porque hay algo fundamentalmente mal conmigo. “Yo no sirvo para esto”
  2. TRAICION A MIS RAICES: No puedo expandirme a mi máximo nivel de creatividad y genialidad porque traicionaré mis raíces y dejaré atrás a personas de mi pasado.
    Ejemplo: Creer que no puedo cobrar más de mis mentores o instructores, creer que si gano más que mis padres o mi pareja, se van a sentir mal por mi culpa, creer que si tengo éxito, mis amigos ya no van a querer seguir formando parte de mi vida…
  3. MAS EXITO ES MAS PROBLEMAS: No puedo expandirme a mi máximo nivel de creatividad porque tendría más problemas que los que tengo ahora.
    Ejemplo: Si mi negocio prospera, ya no me voy a poder quedar como monotribustista, entonces llevar temas impositivos va a ser más complicado y voy a necesitar contratar a un contador. Si tengo más clientes voy a tener menos tiempo libre, si tengo éxito, se me van a acercar personas sólo para sacar ventaja…
  4. EL CRIMEN DE BRILLAR DEMASIADO: No puedo expandirme a mi máximo nivel de creatividad y genialidad porque si lo hago, brillaría demasiado y los otros se verían frustrados.
    Ejemplo: cuando era chica una vez me dijeron que sea más modesta y no destaque porque “Clavo que sobresale es el que recibe el golpe de martillo”

PASOS DE ACCIÓN SUGERIDOS

Deja de tomarte tan en serio, o dicho de otra manera, date cuenta que el mundo no gira a tu alrededor.
Por lo general, me siento como un fraude cuando pienso que soy más importante de lo que en verdad soy.
Cuando me siento un fraude generalmente es en relación a alguna “perfección” que nunca existió en realidad.
Es importante entender, que no somos perfectos, que todo el mundo está aprendiendo, y en este mundo hiperconectado, poca gente va a prestar gran importancia a lo que hagas o dejes de hacer. Lo importante es hacer lo que sientas, de la manera más auténtica y sincera. Ponete un plazo para hacer eso que querés hacer, y llegado el momento, avanzá como esté. Se aprende, si es algo online… se modifica o se borra.

Deja de comparar tu éxito con el de otras personas. Esto incluye a personas en tu industria (como ídolos y aquellos a quienes consideres tu competencia), pero también a personas en tu vida personal (como ese rico amigo de la familia que conocías desde que eras un niño). Primero pensá… ¿con quiénes te estás comparando? ¿conocés todas las variables que componen su historia o comparás sólo lo que ves en redes sociales? ¿Estás “endiosando” o poniendo en pedestales a esas personas? Cada persona es única y no sabés por todo lo que pasó para llegar a donde está hoy.

Crear una lista «Cosas en las que soy GENIAL / lista de merecimiento». quiero que escribas al menos 100 razones por las que mereces pasar al siguiente nivel de éxito.
Si no sabés por donde empezar, cada vez que algún cliente, amigo, o colega te felicita por algo, cada vez que alguien agradece tu ayuda, si lo expresa online, toma una captura de eso, y guarda la imagen en tu carpeta. Y cada vez que me siento desmotivada, que quiero bajar los brazos y me siento como un fraude, abro mi carpeta y releo esas palabras, recordar cómo ayudé a esas personas me ayuda a sentirme menos “fraude”. Esas palabras me motivan a seguir, me permiten enfocarme en proporcionar valor, en ayudar y compartir lo que voy aprendiendo. Recolecta tus logros, guarda los testimonios, agradecimientos, cumplidos y comentarios, y releelos cada vez que te sientas como un fraude.

ANIMATE A JUGAR. Pero en serio. ¡La vida no es tan seria! Me divierto mucho cuando veo los negocios (y la vida) como un juego. Tu autoestima no depende de tu patrimonio neto. No sos un fracaso cuando fallas en algo (de todo se aprende!!). Cuando ves los negocios como un juego, tomas mejores  decisiones y más fundamentadas.
tomamos el negocio como algo muy personal, cuando nos dicen que no o no compran, lo tomamos como que nos cierran la puerta en la cara a nosotros, cuando lo que puede estar pasando es que no es la oferta adecuada para la persona o en el momento adecuado.

El síndrome del impostor, como dije antes, aparece de forma cíclica, sobre todo, cuando lo que queremos es implementar algo nuevo, innovador, que destaca de lo “tradicional/habitual” y nos pone con firmeza frente a nuestro cliente ideal o a nuestros colegas, posicionándonos como expertos.

Por ejemplo, es muy común que este tipo de síndrome aparezca cuando un coach quiere lanzar su primer oferta en forma de paquete de servicios, un curso online o un taller.

Ahí empiezan a pensar repetidamente que…

… quién soy para lanzar XYZ?

… a quién le va a interesar comprar XYZ?

… me van a criticar si ofrezco XYZ?

… nadie va a pagar este precio  por XYZ?

Y como para dar más peso a todo eso, empiezan con las dudas “realistas”… porque según sus creencias:

  • es difícil la logística de crear una oferta de ese tipo
  • es complicado de implementar todo lo tecnológico que lleva un curso, taller online o programa grupal online
  • es carísimo crear todo eso y de tan complejo voy a necesitar interminables horas y contratar a diseñadores, programadores y especialistas en comunicación.

Y si bien es cierto que crear y vender programas de coaching, cursos y talleres online no es tan simple como recitar la tabla del 2… también es cierto que con la ayuda adecuada, es posible crear algo efectivo para tus clientes y muy rentable para vos.

Para resolver estas cuestiones, desarrollé un programa intensivo y lo voy a estar lanzando en muy poco tiempo, si te interesa saber más, envía un correo electrónico a lorena@lorenabusso.com y te responderé a la mayor brevedad.