Como seguramente te habrás dado cuenta, este no es un año más en mi negocio… desde hace unos meses estoy más «callada», menos activa en redes sociales y en el blog.
La cuestión es, que después de años de escribir en el blog, mantener el grupo de facebook, crear cursos, programas, desafíos, webinars… decidí «parar la pelota», como decimos aquí, acallar un poco el ruido exterior y reconectar con mi esencia.
Hace tiempo leí (a medias, no voy a mentir), el libro de Marie Kondo «La magia del orden», y cuando Netflix lanzó la serie, miré algunos capítulos. (Si no estás familiarizado con Marie Kondo, simplemente puedes buscarla en Google o buscar la serie en Netflix).
Implementé la metodología que propone para organizar algo que hasta ese momento para mi era imposible de mantener ordenado: la ropa de mis niños. Y puedo asegurar que la metodología sirve: hace más de 6 meses la ropa de mis niños se mantiene ordenada, es simple de encontrar cada prenda y lo más importante: ellos pueden mantener el orden (les resulta sumamente fácil).
Si bien no puedo decir que he continuado con toda la casa (con 3 niños pequeños sinceramente dudo poder lograr que toda mi casa esté ordenada… menos aún con un bebé deambulante que ama sacar todo de lugar y jugar con cualquier elemento que no sea juguete), me gusta el concepto de que tu entorno debería causarte alegría, gozo, paz.
Entonces, cuando comencé a pensar que estoy lista para limpiar y organizar la estructura de mi negocio, mis estrategias y procedimientos actuales, sentí que tenía sentido aplicar los mismos principios.
¿Qué significa esto?
En los próximos meses voy a:
♦ Pulir mi mensaje, el perfil de mi cliente ideal y mi marca personal
♦ Diseñar un nuevo sitio web
♦ Refrescar y rediseñar mis ofertas gratis.
♦ Crear un plan de contenido claro para el resto del año.
♦ Borrar archivos antiguos, imágenes y ofertas que ya no están en sintonía con quien soy hoy.
♦ Cambiar la forma en que las personas pueden trabajar conmigo, mis procesos de incorporación y mi estructura en torno al trabajo con clientes.
Y con cada paso, en lugar de hacer lo que siempre he hecho, me voy a preguntar:
¿Esto me proporciona alegría, realmente me gusta?
Porque muy a menudo me encuentro atrapada en los deberes y obligaciones… sintiendo que debería estar dando webinars o creando embudos de ventas o nuevos entrenamientos o nuevos cursos… bueno, supongo que te haces una idea.
Hay una larga lista de cosas que debería estar haciendo, o podría estar haciendo …
Pero sé que cuando estoy demasiado atrapada en esa lista, la lista de cosas que no amo, o que ni siquiera quiero hacer, que empiezo a sentir resentimiento a mi negocio.
Me encuentro evitando hacer el trabajo (porque realmente no quiero hacerlo) y me encuentro siendo mucho menos visible en línea (porque realmente no creo en lo que estoy haciendo).
Así que es el momento de decir ¡Ya es suficiente! Es hora de hacer las cosas que despiertan alegría, que me hacen sentir llena de energía y entusiasmo.
Pero ¿qué pasa con las otras cosas?
Seguramente estás pensando «eso es genial Lore … pero ¿qué pasa con todas esas cosas que NECESITAS hacer que no despierten alegría?»
Lo entiendo, a veces hay cosas que deben hacerse, que realmente no quieres hacer.
Para vos, eso podría ser contabilidad, administración general, marketing, ventas … la lista continúa.
Aquí está mi plan para esas cosas:
Analizar, ¿realmente NECESITO que se haga, o simplemente siento que debería hacerse?
Por ejemplo, la presentación de mis impuestos debe hacerse como una obligación legal, no hay forma de evitar eso. Pero la publicación en las redes sociales no NECESITA hacerse. Claro, podría ayudar a aumentar mi audiencia o dirigir el tráfico, pero NO NECESITA que se haga. Hay otras formas en que puedo construir mi lista, encontrar nuevos clientes y generar tráfico. Podría dejar las redes sociales si no quisiera ocuparme de eso.
Si realmente es necesario hacerlo, y no quiero hacerlo, entonces puedo subcontratarlo, delegarlo. Volviendo al ejemplo de redes sociales, podría contratar un community manager, social media manager, una agencia que se ocupe de esas tareas por mi.
Si no estoy en posición de subcontratar el trabajo, entonces podría buscar oportunidades para proponer alianzas o canjes de servicios para lograr el mismo resultado.
Si ninguno de los dos es posible, entonces tendré que absorberlo y programarlo, pero con un plan claro sobre cómo deshacerme de esa tarea en el futuro.
¿Cómo puedes implementar algo así en tu negocio?
Agenda un poco de tiempo para dar un paso atrás y reflexionar sobre tu negocio. Repasa cada proceso paso a paso y analiza si te está generando alegría, paz, entusiasmo.
No te sientas abrumado. Esto puede ser una tarea enorme, pero solo observa un poco a la vez y busca una solución antes de pasar al siguiente paso.
¿Tu sitio web te produce alegría?
¿Te entusiasma tu proceso de ventas?
¿Te encanta entregar todos tus productos y servicios?
Si no, ¿por qué los haces?
Este es tu negocio, es hora de hacerlo a tu manera.