Vi esta frase publicada en Facebook hace unos días: «no es mi circo, no son mis monos» y sinceramente, me encantó.
Nunca he gustaron los circos con animales (me dan pena los animales allí), así que quiero evitarlos de todos modos. Por desgracia, me parece que me encuentro en situaciones que muchas veces se parecen a un circo.
No me gusta el drama en mi vida. No quiero estar rodeada de negatividad.
Quiero paz y tranquilidad para hacer frente a lo que va sucediendo en mi vida.

Entonces, ¿qué hago cuando me encuentro en medio del «circo» (problemas, dramas, quejas, etc) de otra persona?

No permito que eso alimente mi mente, no permito que esa negatividad quede dando vueltas en mis pensamientos. Hago el esfuerzo conciente de «despegarme» de lo que esa otra persona trae.
¿Conociste a alguien que se queja constantemente de que siempre le pasa lo mismo una y otra y otra vez… y no hace nada por cambiar esa situación? Traté (y sigo tratando) muchas veces de hacer  que esas personas vean las posibilidades que tienen de cambiar su situación (creo que siempre podemos hacer algo para cambiar la situación en la que estamos, podemos, al menos, cambiar la manera que interpretamos eso que pasa). Y sigo haciendo el mismo tipo de pregunta una y otra vez … hablo de las ventajas de emprender acciones, de abrazar el cambio, de ver posibilidades. Cuando les pregunto acerca de qué quieren que pase, acerca de qué están dispuestos de hacer para cambiar esa situación, muchas veces… dejan buscarme para quejarse! (algunos entienden que tienen posibilidades de cambiar lo que les pasa, y vuelven para que sigamos conversando sobre eso, pero ya no partiendo de la queja, sino partiendo de buscar las posibilidades y elecciones)

Siempre trato de ser honesta en lo que veo.
Si me siento con ganas de ser más directa con alguien sobre lo que estoy observando o si experimenté personalmente por lo que están pasando ellos, les pregunto si están abiertos a algunos comentarios. Y si aceptan, les doy el feedback (siempre en el afán de ayudar, no sólo para opinar, menos aún para dirigir o aconsejar). Soy honesta y directa.

Y si todo lo demás falla …

Los dejo ir. Los suelto. Me aparto.

Prefiero crear distancia entre nosotros y así me aseguro que mi cordura permanece intacta.
Por encima de todo, tengo que ser respetuosa conmigo misma y mis necesidades.
Sí, me pongo en primer lugar, soy mi primer prioridad. No importa si se trata de familiares o amigos. Tengo que estar primero en mi lista.
Y cuando el circo «está en la ciudad«, no me vas a encontrar allí.
Y no me vas a ver con cualquier «mono» tampoco.

Qué pensas de esto? alguna vez te pasó de «engancharte» en el circo de otra persona? cómo lo superaste?

Lore